sábado, 14 de febrero de 2009

San Valentines y san valentones...


Hoy es día 14 de Febrero, día de los enamorados... Vemos que para muchos es un día con el que pasar con la churri, con el amante, con las dos cosas, con el amor platónico que siempre quiso tener, con la vecina... o simplemente un sábado más en el que emborracharse. En mi caso, es lo que haría, alcoholizarme hasta las trancas, pero resulta que no bebo, asi que mi único elexir para olvidar los traumáticos recuerdos amorosos que se hayan en mi haber es la reflexión...

Hagamos un repaso por la historia... Al parecer este día tiene su origen en el siglo XIV, cuando un poeta se dedicó a crear poemas románticos en honoral primer aniversario del compromiso entre el rey Ricardo II de Inglaterra con Ana de Bohemia. Realmente, la historia no está clara. Hay un total de 11 santos "San Valentín" reconocidos por la Iglesia Católica, y la festividad de 3 de ellos se celebra el 14 de Febrero, dando lugar a numerosas teorías e hipótesis, aunque al parecer, lo más probable es que la fiesta de los enamorados no tena nada que ver con respecto a lo religioso, de hecho, en otros países, el día de los enamorados se celeba en distintas fechas...

Pero dejemos los términos históricos y vayamos al grano, que es lo que nos interesa. Para mí, este día no tenía ninguna importancia hasta que llegue al instituto, donde los bachilleres nos sablaban con aquellos claveles del amor para su viaje de fin de curso, que no hacían si no sentirme el ser más odiado del universo. Me preguntaba chorradas adolescentes tipo: ¿alguien me quiere realmente? y paridas semejantes -que todavía no he abandonado...-. En 2º tuvo lugar un cómico suceso, ya que había un chico en clase -que por casualidad se llama y apellida de primero igual que yo- al que le habían mandado un clavel, hecho que resultó ser una mofa. Yo cogí el clavel de la hipotética chica, que al parecer le gustaba a él y que yo apenas conocía, pero luego se la devolví, enterándome de toda la historia el día después. Todo siguió de manera frustrante hasta 4º de la eso, cuando me enviaron los primeros claveles de amistad -dos en concreto- por parte de dos amigas, pero en realidad, fue un "tu me mandas, yo te mando", algo sin emoción ninguna. En 1º de bachiller, nosotros éramos los que organizabamos el evento, vendiendo bastantes claveles. Los que mandaron a mi clase fueron pocos -creo recordar que sólo fueron un puñado a una chica por parte de su novio, al parecer-, haciéndome sentir, de nuevo como la mierda... Y este año ha sido más de lo mismo, sólo que le enviaron uno a la profesora. Tal fue la sorpresa que me lleve al ver a aquel ser tan despreciable e indeseable con un clavel, que mi frustración no tuvo lugar.

Tras este "breve" repaso por la adolescencia, hagamos hincapié sobre el suceso que tuvo lugar el 14 de Febrero de 2007, en 4º de la eso... Recordemos un poco la historia antes de la escena del crimen, y llamemosla "SM"... La conocí en una excursión a las edades del hombre, en Ciudad Rodrigo, Salamanca. Me senté con ella en el autobús y de repente me sentí el ser más afortunado de la Tierra al concerla. Fue poco lo que hablé con ella, pero fue sufuciente para comermela con los ojos, y meterla -a la desesperada- una ración de fichas que, por supuesto, cayeron en un pozo sin fondo. Tras esto, yo, con un superhábit de confianza, me dispuse a adquirir un clavel de color rojo pasión, que significaba amor, un amor que nunca debió existir. En la diminuta hoja que me concedieron, no expuse una declaración de amor, sino que simplemente la dije que quería conocerla más, nombrando un lugar y una hora ese mismo día -14- para proceder a conocernos, pero estaba bastante claro que lo que yo quería era una buena ración de filete frito al viejo estilo de Kentucky... Yo la esperé en el lugar propuesto, y ella no acudió, a pesar de que vivía al lado. La esperé y esperé, y aquella media hora de espera me hizo sentir realmente mal, con una cara de gilipollas considerable, digna de una derrota en la final de la champions de tu equipo en el último minuto...

En fin... la conclusión es que este día es para mí fatídico, obviamente y como comprenderéis, que me hacen recordar días horribles, y en especial, todo lo relacionado con la flecha de Cupido, que por desgracia, fue lanzada con una ballesta, atravesandome y arracandome el corazón de cuajo...

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